Por Martin Ferreyra (Tiempo Argentino).
El informe resalta que el peso de los impuestos vinculados a la producción agropecuaria representa el 5,5% del PBI, cifra que viene bajando desde 2003, mientras que otros ingresos fiscales, como Seguridad Social, ganaron en importancia.
El autor del informe, Ernesto Mattos,
señaló que "la presión tributaria no existe". En esa línea, el
economista explicó a Tiempo Argentino que "la supuesta presión hay que
relacionarla con el valor de la tierra, porque de cada 100 pesos que
entran a las arcas de la provincia de Buenos Aires, el Impuesto
Inmobiliario Rural paga 2 pesos". Mattos agregó que "en estos últimos
diez años el valor de la tierra creció 580% (en 2012 costaba U$S 18 mil
la hectárea) con lo que su valor patrimonial se multiplicó por cinco sin
que los impuestos se modificaran: paga más el vecino que tiene un
departamento en La Plata que un terrateniente de la provincia de Buenos
Aires", afirmó el especialista del CEMOP. La estrategia, según el
investigador del CEMOP, es "el desfinanciamiento del Estado". Así,
"estos últimos meses buscaron generar expectativas de devaluación,
querían llevar el dólar a 10 pesos y así presionar al Estado en la
dirección de una política antipopular. Federico Sturzenegger
(economista, titular del Banco Ciudad y dirigente del PRO) decía que el
atraso cambiario era del 30%", recordó Mattos.
Al margen de las críticas de las patronales ("Hasta De Angeli reconoció la cosecha récord"), el autor del informe apuntó que "nos estamos acercando a las metas del programa 2020; el componente de soja viene creciendo y el trigo subió un 25% más en esta campaña". El tema, advirtió, "va a pasar por esta organización entre los productores de soja y los comercializadores de granos y como van a hacer lobby para presionar". El beneficio, según el especialista, "es simple, el comercializador de granos duplica su poder adquisitivo porque si hay una devaluación puede comprar campos; los sectores más concentrados de la industria traen los dólares de afuera y compran cuanta empresa quieren para concentrar más", concluyó.
Al margen de las críticas de las patronales ("Hasta De Angeli reconoció la cosecha récord"), el autor del informe apuntó que "nos estamos acercando a las metas del programa 2020; el componente de soja viene creciendo y el trigo subió un 25% más en esta campaña". El tema, advirtió, "va a pasar por esta organización entre los productores de soja y los comercializadores de granos y como van a hacer lobby para presionar". El beneficio, según el especialista, "es simple, el comercializador de granos duplica su poder adquisitivo porque si hay una devaluación puede comprar campos; los sectores más concentrados de la industria traen los dólares de afuera y compran cuanta empresa quieren para concentrar más", concluyó.
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